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DECÁLOGO ÉTICO PARA LA COMUNICACIÓN EN REDES SOCIALES – EN TODAS PARTES La labor informativa es de vital importancia en la sociedad actual por la función que cumple. Además, en España está reconocido el derecho “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión” (art. 20, CE), otorgando un gran valor a esta labor previamente mencionada. Es precisamente por su importancia por lo que la comunicación requiere un cuidado excepcional. Desde “En Todas Partes” presentamos el Decálogo…
DECÁLOGO ÉTICO PARA LA COMUNICACIÓN EN REDES SOCIALES – EN TODAS PARTES La labor informativa es de vital importancia…

DECÁLOGO ÉTICO PARA LA COMUNICACIÓN EN REDES SOCIALES – EN TODAS PARTES

La labor informativa es de vital importancia en la sociedad actual por la función que cumple. Además, en España está reconocido el derecho “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión” (art. 20, CE), otorgando un gran valor a esta labor previamente mencionada. Es precisamente por su importancia por lo que la comunicación requiere un cuidado excepcional.

Desde “En Todas Partes” presentamos el Decálogo Ético para la Comunicación en Redes Sociales. Estas diez normas presentadas a continuación serán la base de nuestro trabajo.

I. Honestidad y responsabilidad informativa. Ante todo, seremos fieles a la información que publicamos y difundimos. La creación de “En Todas Partes” como medio funcional de forma exclusiva en redes sociales implica la voluntad de ofrecer información veraz y real en un entorno que destaca por el gran flujo de información y por la facilidad para hacerla pasar por información real. Debemos ser exigentes con nosotros mismos para cumplir esas expectativas.

II. Veracidad sobre velocidad. El hecho de que “En Todas Partes” esté creado para funcionar en redes sociales no implica que deba asumir los comportamientos habituales de los usuarios. La inmediatez es un objetivo, pero no tiene prioridad ante la búsqueda de la verdad. La verificación, contrastar fuentes, garantizar que la información publicada es cierta es más importante que llegar antes que el resto.

III. Equidistancia sin blanqueos. La imparcialidad de la labor informativa no debe implicar una equiparación de dos bandos cuando se está dando claramente una situación de injusticia. El periodista debe ser imparcial, pero no podemos caer en eufemismos que hagan ver a culpables y víctimas como iguales.

Sin embargo, señalar culpables en ciertas circunstancias puede implicar una pérdida de credibilidad cuando se hace desde una visión subjetiva basada en las ideas e ideologías en lugar de en la objetividad de los actos en sí. Por ello, desde “En Todas Partes” abogamos por recurrir a terminología específica que ayude al lector a entender la situación de la forma más clara posible: en lugar de “una pelea entre bandas radicales”, se puede construir como “asalto violento de un grupo supremacista blanco a una manifestación antirracista”. Se trata de alcanzar una objetividad responsable.

IV. Cuidado del profesional. Sabemos lo importante que es sentirse cómodo, disfrutar de un buen ambiente de trabajo, desconectar… por ello tenemos en alta consideración el bienestar del trabajador. Además de comprometernos a mantener una relación sana respetando los horarios, las responsabilidades y los ritmos realistas de trabajo, ponemos a disposición del empleado diferentes servicios para colaborar en el tan necesario cuidado de la salud mental.

Además, todos estos valores los reflejaremos en las publicaciones del medio. Consideramos de vital importancia atender a estas cuestiones, todavía estigmatizadas en nuestra sociedad, y nos comprometemos a aportar nuestro grano de arena, no solo para normalizar el cuidado de la salud mental y el respeto a los derechos de los trabajadores, sino para contribuir a que se defiendan también por parte de nuestro público.

V. Respeto e igualdad. Queremos hacer de nuestro entorno un lugar seguro y libre de agresiones y discriminaciones de cualquier tipo. Seremos especialmente cuidadosos tanto en nuestras publicaciones como de forma interna con cualquier banalización, discriminación o agresión que pueda llevarse a cabo con carácter machista, LGTBifóbico, racista o similar. No toleraremos que se den estos ataques y tomaremos contra ellos las medidas adecuadas:

  1. A nivel interno: sanción, suspensión de empleo y sueldo o despido, en función de la gravedad del acto. Las dos primeras acciones llevan consigo la realización de un curso laboral sobre el tema en cuestión.
  2. En redes sociales: bloqueo, denuncia de la cuenta o denuncia ante los cuerpos de seguridad, en función de la gravedad del acto.

VI. Reconocimiento a la autoría. Dado que nuestra información se basa en la facilitada por otros compañeros, medios o personas relevantes, debemos en todo momento identificar de forma visible al autor y/o responsable de la información que difundimos.

VII. Jerarquías y responsabilidades. Es importante remarcar las responsabilidades de cada uno de los miembros del equipo y hacérselo ver al lector también. Ayuda a una mejor organización y a tomar decisiones en cuanto al contenido publicado de una forma más cauta y consensuada.

VIII. Evitar conflictos de intereses. Este medio nace con la voluntad de aportar al lector una verdad no condicionada, tratando de informar siempre desde el rigor. El mantener relaciones sociales, económicas o políticas con personas, entidades o empresas que puedan suponer una amenaza a la veracidad no casa con nuestros valores. Debemos asegurar nuestra independencia y tratar de funcionar sin que nadie externo nos marque las pautas a seguir.

IX. Transparencia plena. Un modelo de negocio como el planteado exige honestidad. El lector merece una respuesta ante las posibles dudas que tenga sobre nuestro funcionamiento, relaciones con empresas y fuentes de ingreso.

  1. Sobre el aspecto económico, realizaremos la publicación de un informe anual que haga un balance y muestre de una forma resumida, clara y visual, cuáles son los métodos de financiación de “En Todas Partes”.
  2. En cuanto a las relaciones empresariales, las daremos a conocer de una forma clara, visible y recurrente. De esa forma evitaremos generar sospechas que deriven en desconfianza y, también, aclararemos que no existen conflictos de intereses que puedan alterar la información que ofrecemos.

X. Rectificar los errores. Pese a ser fieles a este código ético y a los valores del periodismo a la hora de ejercer nuestro trabajo, contamos con que somos personas y podemos equivocarnos. Ante estas circunstancias, debemos responder señalando el error, pidiendo disculpas y rectificándolo de la forma adecuada. Debemos minimizar los posibles daños causados con los fallos cometidos y tratar de aprender de ellos de cara al futuro.

 

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